sábado, 29 de agosto de 2009

Ejercicio melodioso

Ejercicio melodioso

Y ahí están todos sentados deleitándose con el trinar de los instrumentos, sonrisas, aplausos. Se miran fascinados ante el espectáculo, pero él está ahí recordándoles su verdad, los mira fijamente y piensa… pero ellos están tan ensimismados que no perciben cómo él con aquellas tonadas los denuncia y cómo a través de ellas se burla de quienes lo miran hechizados.

Están allí como dopados por píldoras musicales, abanicos por aquí, pañuelos por allá, lágrimas fingidas… el recuerdo no se aleja de su mente, piensa y piensa cómo hurtarles ese disfraz, cómo arrancar de sus rostros la mentira y la apariencia cotidiana.

Se ríe de ellos, de su soledad y de su hipócrita sonrisa, se da cuenta que muchos no escuchan, que son seres inertes y manejables ni siquiera se deleitan con la melodía que los traslada a su realidad, a su turba y triste realidad…

Dos Horas En: ...

Dos horas en el baño de mujeres

Sentada en la blanca tapa del escusado, adornado de indecorosos papeles no necesité ver sus rostros para identificar en ellas la seguridad que les trasmite el lugar. Mientras intentaba acomodarme en el retrete escuché una pluralidad de suaves voces, lo particular es que una de ellas se quejaba de su colon hinchado, en ese preciso instante jalan la llave y mi atención se confunde, pero por costumbre las mujeres no perdemos el tiempo en cosas sin importancia, vuelvo a los susurros de afuera, uno de ellos está preocupado por que necesita un paño… supongo que es desde una cabina como esta o frente al espejo que una voz resuella diciendo que ver la película del camasutra y sobarle la mano al muchacho sí les gusta, que pare eso sí son buenas, se burla de él y de su “pierna”.

De repente, más voces, al parecer estas van a ser educadoras, pero se quejan de los “chinos” así le llaman ellas supongo a los estudiantes. Se refieren a ellos como chinos cansones de séptimo que todavía viven ilusionados de la vida, pero me pregunto si ellas lo están, por qué ellos no? En fin la charla continúa y no soportan esos grados por lo que dicen, y no les importa si esos chinos aprenden pues son bien expertas en este dicho: YO YA SÉ, ustedes verán si no APRENDEN. Se alejan en medio de risas, hasta el momento las que han entrado solo se quejan.... En medio del silencio escucho el rose de mi lápiz con la hoja, me duele la espalda, solo escucho el ruido de la vía, perooo sucede algo raro, entra ella y entra SOLA, lo digo porque por lo general las mujeres vamos al baño juntas, no sabría decirles por qué pero así es. Ella se lava las manos y sale…

Un ruido estrepitoso me saca del hastío, oigo el pasar de los pericos y miro mi celular, me doy cuenta que de las dos horas han pasado solo 17 minutos y nadie desde que la solitaria mujer salió ha vuelto. Más pólvora, me pregunto qué día es hoy, pues es costumbre en nuestra cultura celebrar con bulla toda fiesta posible… ¡Ohh! Nuevos pasos, silenciosos, asumo que solo entraron a comprobar su belleza, más pasos que hacen lo mismo, quizá se arregló el pantalón y de seguro que se miró la cola, el cabello y su rostro.

A mi alrededor solo baldosas blancas, colores claros, por qué los baños son así me pregunto, deberían tener un color diferente no les parece? Me inquieto por saber quién habría inventado el baño y quién habría hecho la división del mismo para hombres y mujeres. Pienso cómo sería estar en el baño de hombres, creo que hay dos posibilidades, allí o solo se escuchará el sonido de las expulsiones masculinas o el de las llaves, no creo que ellos hablen tanto como las mujeres o sí?

Son las 10 y 59, una brisa poco agradable golpea mi olfato, ella habla por celular con alguien a quien llama amor, sale y entra, pero no dice algo… Alguien está a punto de entrar en escena, pero una voz varonil la detiene, solo susurros, y luego una frase contundente ¡Bueno define vas a entrar o no! Ahhh pues sí se me había olvidado contarles que las mujeres también vamos al baño con los novios, allí ellos se convierte en una especie de portero, pues se plantan en la entrada del pequeño y blanco mundo a la espera de su pareja.

Después de media hora en aquel lugar, me doy cuenta que las paredes están pintadas de su color original, pues con tanto silencio quise leer los grafitos de la puerta pero me encontré con esta sorpresa. Escucho una voz, habla sola y no dice mucho o no le entiendo, debía tener muchas ganas de orinar, pues lo digo por la fuerza en que expulsó su orina, se sube su ropa, tiene unos zapatos de color piel… más ruidos, más zapatos y más olores. Salen y entran sin ningún comentario, pero alguien está mal, oigo sollozos, lamentos, no sé qué pensar, no sé si está enferma del cuerpo o del alma, ah porque aquí las mujeres también desahogan sus penas.

Sombras y más sombras, parece que ella estuviera patinando, pues su sombra se menea de un lado para otro, no debe ser patinadora, debe ser una mujer que se está mirando el cuerpo desde todos los ángulos posibles, se mueve, se sigue moviendo, parece que danzara. Deben estar saliendo de clases, más pólvora, pero ellas aún no llegan, las espero, pero no asoman, sé que al medio día vendrán, pero no aguanto más y otro día será en el que me vuelva a internar en estas blancas paredes, en este blanco palacio de las necesidades humanas.