lunes, 21 de septiembre de 2009

Música y letra

El condor pasa, musica instrumental andina peruana

http://www.youtube.com/watch?v=M_gSydN_BYM&feature=related

El dolor de la soledad, la melancolía de la ausencia son los sobros de aquella batalla. De ella solo le queda su vida, su flauta y el valor de la esperanza, los recuerdos no se borrarán de su memoria, pues aquel día en medio del júbilo y de los ritos, en medio de la alegría que produce ser quien se es y estar orgulloso de lo que se es, de poder expresar esa armonía con los suyos es indescriptible, de repente ese regocijo se torna turbio, se torna triste en la espesa selva… todos corren, gritan, gimen, la frondosidad del bosque se torna peligrosa y cada uno huye por su vida… él solo los mira y espera el momento oportuno de su intervención, espera a que empiecen el regocijo ajeno para condenarlos, atacan su tribu, atacan su sangre, atacan su vida y su tierra, matan su vida, matan la esperanza de un pueblo que ha luchado con el fantasma colonial.

Desde adentro del bosque se da cuenta de todo y en ese momento salen en masa a defender lo suyo, su pueblo, lanzas y espadas en medio de ecos nativos y chillidos extranjeros… un oscuro silencio, una trémula sonrisa lo despide de su padre, pero el valor y el honor no es solo de los ajenos a este mundo, no solo los blancos defienden su honor, él más que su honor defiende su sangre, su historia, su tradición, está tan prendido a este mundo que no cae y aún sin muchas fuerzas y con la valentía de un verdadero hombre se levanta, sus sueños le dan valor y aunque la muerte lo acecha constantemente él la esquiva, está aturdido y no comprende por qué quieren cambiarlos, por qué ellos se empeñan en borrarlos del mapa y despojarlos de lo que son.

Él sólo quiere verle la cara a aquel que salió del otro lado del mundo que dicen que salió con tres carabelas y un gran corazón, pero que nunca dicen que salió fue con un batallón y que amor nunca llevó, él quiere llegar a él, aquel que nos enseñaron a agradecerle por sacarnos de las tinieblas de la tranquilidad y de la “ignorancia” aquel que nos implantó su “amor” y su “fe”, aquel almirante, aquellos que masacraron el pueblo, su pueblo, nuestro pueblo, y aunque fue más fuerte su valor que su fuerza, aún viven y agonizan ante la humanidad que indiferente sigue, que ignorante continúa, son sus notas su respiro, son sus notas el legado, son sus tonadas el recuerdo de aquel que lucho como un cóndor por defender lo suyo, es la sangre viva, es la memoria intacta, es lo que somos presente en la música, es lo que somos los de aquí abajo, es lo que somos nosotros, tú, yo, aquel que reniega de su origen y denigra de un indígena no sabe quién es, no los mates, vive con ellos muere por ellos porque ellos lo hicieron por nosotros…

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